Habitantes de barrio San Diego rechazan intromisión del sector privado en esa zona de Cartagena
Para los moradores de esta zona de la ciudad, es preocupante la manera como algunos propietarios de negocios establecidos en el centro histórico proyectan actividades a espaldas de los residentes y al parecer con la anuencia de las autoridades locales.
Consideran que lo poco de residencial que le queda a esa zona del Centro, va a camino a convertirse en lo mismo que ha sucedido con el barrio Getsemaní, que hoy vive en medio de todo tipo de negocios nocturnos que terminaron afectando la convivencia de sus residentes.
Sin conocer la posición de la administración de Cartagena, vecinos de San Diego denuncian la existencia de un proyecto que busca una presunta « identidad barrial» que tendrá como base emprendimientos generados por las personas del barrio, según la carta de presentación conocida el pasado mes de mayo.
Para sorpresa de los residentes, los firmantes del documento se presentan como miembros de una organización que agrupa a empresarios y habitantes del barrio de San Diego -articulados en un colectivo- para «crear desde la cultura raizal sandiegana, la gastronomía y el turismo sostenible» con ofertas dirigidas «a nuestros visitantes locales, nacionales e internacionales».
Denuncian que este “proyecto” cuenta con la asesoría de la Fundación Tu Cultura, que dirige Merly Beltrán, a quien presentan como «articuladora con la comunidad del posicionamiento de Getsemaní como un atractivo turístico«.
De acuerdo a los propietarios de restaurantes y bares de un sector de San Diego, la organización trabaja en la creación del piloto Corredor de Luz de las calles La Tablada, Quero y San Pedro Mártir -desde el Parque Fernández de Madrid hasta la esquina frente al cordón de murallas-.
Según el colectivo, el proyecto consiste en la instalación de luces permanentes para embellecer las calles y acabar con la sensación de inseguridad que genera la oscuridad. Según el colectivo “son calles poco transitadas que sirven de refugio a oportunistas que empañan nuestro entorno y alejan a los visitantes«.
De acuerdo a los residentes, convertir el sector en un atractivo turístico es acabar con la tranquilidad de sus calles y su condición de barrio residencial, aunque alrededor de los parques de San Diego y Fernández de Madrid se concentren restaurantes y bares que transformaron esas zonas, pero con alguna regulación que impide se repita la historia negativa para los residentes alrededor de la Plaza de la Trinidad en Getsemaní.
Para venderles el proyecto, que sólo será de beneficio para los comerciantes, a los residentes de San Diego les ha llamado la atención la propuesta de campaña para vincular más restaurantes y bares al proyecto de explotación turística: YO AMO SAN DIEGO.