Desde diversos sectores en Cartagena se cuestiona retorno a clases de manera presencial

Autoridades como la Personería, docentes y padres de familia, se mostraron en desacuerdo con la decisión del Ministerio de Educación, quien de manera autoritaria estableció la fecha del 15 de julio, para el retorno a la presencialidad en las escuelas y colegios.
Uno de los más fuertes pronunciamientos lo viene realizando la Personera de Cartagena, Carmen de Caro Meza, quien hizo un recorrido por varios planteles públicos de la ciudad, donde logró evidenciar las precarias infraestructuras que registran su mayoría.
Para la funcionaria es hora que la nación y el distrito de Cartagena, se pongan de acuerdo para que se adecuen las instituciones y brinden a los niños de Cartagena unas aulas de clase con dignidad.
“Señores Ministerio de Educación durante los meses de octubre y noviembre fenómenos naturales climáticos como la tormenta tropical Iota, afectaron a 48 instituciones educativas en esta ciudad, muchas de las cuales aún no cuentan mínimamente con sus techos reparados”, indicó de Caro Meza.
Desde el sindicato que agremia a los docentes y educadores, la presión que viene ejerciendo el Ministerio al obligar prácticamente con intimidaciones y amenazas retornar a clases, puede generar un efecto contrario.
“Nosotros como trabajadores, no estamos en desacuerdo con el retorno a la presencialidad, lo que nos preocupa son las precarias condiciones y falta de garantías en las sedes educativas para poder cumplir con nuestro trabajo”, indica Pedro Herrera Céspedes, Presidente del Sindicato de Educadores en Bolívar-Sudeb.
“El tema no solo debe ser vacunar, sino analizar si se cuenta en los colegios con todos los elementos que nos logren proteger a todos los actores del sistema educativo distrital, y en ese sentido muchos padres de familia no están dispuesto a enviar a sus hijos a las aulas”, cuestiona el directivo sindical.
La Personería anunció la apertura de investigaciones a todos los rectores para conocer en qué forma se han invertidos los dineros del Fondo de Servicios Educativos-FOSE, que reciben anualmente por la demanda estudiantil y que debe ser invertido en el mantenimiento, servicios de internet, tecnología, mobiliario, infraestructura y dotación de tableros y pupitres.