Comercio internacional en América compite en desventaja con el resto del mundo

Esta situación llevó al sector portuario a realizar un llamado para que la cadena de distribución de mercancías asuma el desafío de operar 24 horas al día los 7 días de la semana, como lo hace el resto del comercio exterior en la región.
El presidente de la Junta Directiva de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA), Mario Cordero, quien además es el director ejecutivo del Puerto de Long Beach en los Estados Unidos, expresó durante su intervención en el 29º Congreso Latinoamericano de Puertos que se desarrolla en esta capital que la industria debe reaccionar para recuperar el dinamismo que ostentaba antes de la pandemia.
“Para ello será necesario que la cadena de distribución de mercancías en toda América trabaje al ritmo de los puertos, con operaciones 24 horas, los siete días de la semana”, precisó el directivo portuario.
Explicó que los puertos y otros eslabones de esta gran industria han adelantado muchos esfuerzos para atender las necesidades de la carga sin descanso, sobre todo ahora que los retos se han intensificado. “En Asia, por ejemplo, se trabaja en horario continuo todo el tiempo y no lo hacen solo los puertos sino todos los sectores conexos al comercio”, reveló el presidente de la Junta Directiva de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA), Mario Cordero.
Para el gerente general del Grupo Puerto de Cartagena, Alfonso Salas Trujillo, la dinámica de trabajo continuo se cumple en algunos sectores de la cadena como, por ejemplo, con la atención en los puertos a los buques, pero no se ha logrado hacer lo mismo con el transporte terrestre.
“En Colombia y en casi todos los países de América, el transporte de carga por carretera suspende actividades después de medianoche y hasta las 5:00 de la mañana, de forma que se pierden cinco horas diarias, 150 al mes y 1800 al año por cada transportador, tiempo en el que se deja de usar la infraestructura portuaria dispuesta”, dijo Salas Trujillo.
A juicio del directivo Salas Trujillo, hay que emprender un esfuerzo general con soluciones pedagógicas y mucha paciencia, porque se trata de una cuestión cultural, difícil de cambiar, pero no imposible.
Finalmente explicó que “se necesita una reflexión constructiva, porque no hay razón para dejar de operar justo en las horas más aplicables para el desplazamiento, porque no hay tráfico en las calles, los puertos están atendiendo y el resto del sector también. Es un esfuerzo pedagógico, de transformación, no de crítica”.